Soñé contigo, soñé que me besabas, que me recorrías todo el cuerpo, entregándome tu alma. Soñé que me hablabas, en mis oídos susurrabas, sintiendo tu respiración, mis latidos se aceleraban. Soñé contigo, en un mundo lleno de calma, donde en una noche te decía: “Te quiero con toda mi alma”.
Se me sube el corazón... a la garganta, donde me presiona y me va ablandando... de ternura helada. En mi boca... sabor, agridulce de ansías. Se asoma a mis labios... la dicha, con tímida voz... lánguida. y al tiempo atrevida. Esperando... Sin mediar palabra.